lunes, 19 de octubre de 2009

¡Renace!


Quiero salvarte amiga, de verdad. No puedo seguir viéndote perdida, tan frágil ante el escollo de la muchedumbre, ante los filos de sus miradas que se te clavan en las entrañas. ¡No los escuches! No contengas mas la putrefacción que te corrompe pues si continúas envenenarás tu alma con pena, con barro cruel capaz de esconder tu esencia y no devolver jamás un hilo de denso júbilo. ¡Sonríe! Eres joven y estás rodeada de dicha aunque tu mente se retuerza entre la lírica desposeída que te ha elegido como su compositora. Deja de llorar en negro y hazlo en brillo; la luz te llama por doquier y la esquivas, te ofrece ayuda pero la rechazas hundiéndote cada vez mas en ese pozo que ya no reconoce un final. Pero lo sabes, si que lo sabes. Sostienes que no es tan grave, que hay que vivir el día como si fuese el último, y te apoyo ¡y te felicito por ello! ¿Pero por qué no te oigo ya reír? Y con la risa contagiosa que tienes… fuente de despreocupación, fuego y estrellas.

Aquí me tienes amiga, toma mi mano. Pero tómala ahora antes que el dolor siga poseyéndome por ya no ver la vitalidad fulgurando en tu pequeño rostro.


Ailén

1 reflexion/es:

HUMO dijo...

Ailen que bueno conocerte, te sigo!
Ahhh...y no le temas a nada, no vale la pena, no sirve.

besos!

=) HUMO

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