jueves, 29 de octubre de 2009

Que sí.. que no..



Y podrías estar en otro lugar, claro que sí. Patinando bajo el calor de la tarde, escuchando la música con la que tanto alegan que te pudre el cerebro, en vez de jugar a la secretaria y sacarle del fuego las tareas más pesadas a este hombre desconocido. Contrólate y respira. No puedes vivir imaginando cómo lo atacarías; actúa si quieres, pero no imagines, pues estarás ocupando un preciado lugar en tu mente por una ínfima situación que tan solo durará un par de días. ¡Y hasta te dejan sola! Esto es el colmo. Podría tener una botella de keroseno en mi cartera y dos cajas de fósforos que nadie lo notaría. Especialmente esa, engreída, con una tonada de voz tan despreciable. ¿Y si me escapo por la ventana? Es un primer piso y no traigo tacos.


Ailén

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