jueves, 24 de marzo de 2011

Fuera de órbita




¿Para quén escribis, tonta? Para él, para él. ¿Pero quién es el? ¿Él es mejor que yo? Él es el tiempo, escribo para que me recuerde. Si el no tiene alma ni memoria, ¿cómo va a hacer para recordarte? Estás fuera de órbita nena. Fuera de órbita, fuera de órbita… mmm suena bien para un título de “algo”. Esos “algos” siempre terminan siendo nada. ¿Del polvo venimos y al polvo vamos? No, esa frase guarda demasiados dobles sentidos y no me gusta, usa otra. ¿From the cradel to the grave? En inglés siempre todo suena mejor. Como el librito que leíste en el secundario de inglés. Sí, una porquería, me costó un montón leerlo aunque seguro que lo agarro ahora y es una papa. Esa frase tampoco va, está muy fuera de onda. Pero a vos no te viene nada bien, ¿Cómo querés que haga para estar en onda si toda la moda pasa tan rápido? Buena pregunta, pero tampoco te hagas tanto la víctima. Pensá en los artistas. Ellos sí tienen que innovarse porque la demanda descocada de novedades los absorbe en un pozo de hojas en blanco y les grita que perdieron, que perdieron si no les dan lo que ellos quieren. Esos malditos modernistas con humo en el cerebro. No piensan en los pobres artistitas que se queman la imaginación para ver qué nueva técnica inventar para satisfacerlos, y para comer algo de pan. Qué maravilla la idea del “pan”, ¿no? Como que tuvo un lugar siempre importante en la historia. Al menos en los libros de historia europea siempre aparece algún bolonqui con respecto al pan, los que lo quieren y los que se lo quitan. Sí la verdad que sí, es más, seguro que existe alguna monografía en torno a la idea, concepto, significación del “pan”. Si, hoy se escribe sobre todo, sobre lo más mínimo.

Cómo odio los mosquitos, no sirven para nada. Para lo único que están es para picarme y zumbarme en los oídos a la noche cuando muero de ganas por dormir. Unos malditos bastardos. Che, qué mal que uses el término “bastardo”, eso no me gusta, no es joda ser un bastardo. Es verdad, perdón, es la manía de ingerir insultos modernos. Igual te perdono porque podrías haber sido más grosera. Siempre una lady, siempre una lady. El decoro, infaltable. Como los caballeros victorianos del siglo XVII, unos gentlemen. Pero bien que se morían por soltarse la melena y salir de farra. Ok, con el término “farra” acabás de ganarte el primer tiempo a la persona más fuera de onda del planeta. Uh, pero está buenísima esa palabra. No hay tregua. Anticuada. Bueno basta che, yo hablo como quiero.



Ailén