domingo, 11 de octubre de 2009

Claro de día



Imagen: Fotografía que tomé en Bariloche, de la calle frente a nuestro hotel, preciosa y repleta de cerezos, tipo de árbol que produce cálidas bienvenidas.


Hoy, después de tanta tormenta, salió el sol, y estoy demasiado feliz por ello.

Poder caminar por las calles de arboleda, respirar el aire limpio, escuchar el pájaro que con su canto intenta retarte a la envidia de su libertad y sin embargo no lo consigue porque vos, vos esta vez también sos libre. Es impagable poder ver el cielo limpio de estorbos, claro, transparente a tus ojos que apacibles observan cada pedacito celeste que se dibuja en escena. Casi como el paisaje del mejor pintor, pero en movimiento, en paradas y retrocesos, que se va perdiendo, que va cambiando con cada paso del motor de tu deseo.

Pero había algo que hacia aun mas especial el momento, y era una mano que jamás me soltaba, que a lo sumo se distraía segundos antes de volver a resguardarse. Parece quimérico a esta altura que mi bienestar se prolongue por tanto, tanto tiempo. Ahora hay que protegerlo y cristalizarlo como un objeto preciado y único, fuente vital. Sin cuestionamientos me aferro y saboreo las esperanzas.

Como el deseo que muchos ruegan al tirar su moneda a la fuente, al ver pasar la estrella fugaz, al liberar el frágil panadero: “ser feliz”…

Y yo se que hay algo mas, algo nos protege y nos da paz; o tal vez es solo amor y yo soy una pequeña duda con patitas.


Ailén

1 reflexion/es:

Alfa dijo...

No es malo ser una duda, la duda es la esencia del conocimiento, pero no es bueno a costumbrarse a ello.
Muy buena tu reflexión.
Nos vemos

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